Culturita
Hace tres años, las unidades motorizadas de ASOBEL
hicieron un llamado de atención a un grupo de jóvenes que estaba consumiendo
sustancias alucinógenas en el espacio público de Ciudad Salitre Oriental, lo
que incomodaba a los ciudadanos que transitaban por el lugar. Uno de los
sujetos, residente de Loira, la emprendió contra el representante de ASOBEL con
insultos y agresividad.
El tiempo pasó, pero el resentimiento del agresor siguió
vivo. En días pasados, mientras las unidades motorizadas de ASOBEL prestaban
seguridad, el mismo residente de Loira se acercó a uno de nuestros motorizados
y empezó a agredirlo con insultos, invitándolo a irse a los golpes, respaldado
por otros jóvenes que retozaban con el individuo. Posteriormente los adictos se abalanzaron
contra la moto pero, al percatarse de que las unidades estaban armadas,
retrocedieron e ingresaron a Serrana.
La patanería y el descontrol de los drogadictos
demuestran los vacíos en la formación impartida en el hogar. Además, son la evidencia patética de la
ausencia de cultura ciudadana, pues son los primeros en reclamar derechos, pero
jamás en asumir el compromiso de honrar los deberes ciudadanos.
¡Una copita más!
No solo los consumidores de estupefacientes consideran
que el espacio público es su territorio exclusivo: los borrachines también lo
creen. En días pasados, las unidades
motorizadas de ASOBEL fueron informadas sobre dos personas alicoradas, que se
encontraban en inmediaciones del canal San Francisco.
Los motorizados hicieron presencia y encontraron que eran
dos jóvenes de Louisiana. A estos
jóvenes tampoco parece importarles el respeto por el espacio público y la
convivencia, es decir, de copa en copa se les va lo poco que saben de cultura
ciudadana.
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