El sueño reparador, ¿cómo lograrlo?

Por Mery Constanza Pérez, Licenciada en Educación Física y profesora de Natación
El sueño es un estado de reposo donde se suspende la actividad consciente y el movimiento voluntario, hay poca actividad fisiológica de tal manera que la  presión sanguínea, respiración y latidos cardiacos disminuyen, así como los mediadores de estrés: el cortisol y la adrenalina. Dicho estado cumple una serie de funciones que influyen en la salud de manera positiva o negativa, según el caso. Por ejemplo, cuando no se duerme el tiempo recomendado se es más propenso a sufrir resfriados, baja de defensas y alteración del procesamiento cerebral. Empero, dormir en forma reparadora posibilita que el cerebro descanse y por tanto nuestras células nerviosas se conservan y renuevan.
Al dormir, una sana recomendación es no cubrir la cabeza ya que el dióxido de carbono disminuye el oxígeno que nutre las células nerviosas que conforman el cerebro. Cuando el organismo está en reposo, entre las 9 y las 11 p.m., el sistema linfático se encuentra en proceso de desintoxicación, por lo cual deberíamos estar relajados: en caso de estar despiertos, podemos escuchar música suave para facilitar dicho proceso, de lo contrario lo inhibe y afecta la salud.
De 11p.m. a 1 a.m. el hígado está haciendo su parte en compañía de la vesícula biliar por lo cual un sueño profundo facilita esta actividad. La mejor prueba de estos horarios biológicos la encontramos cuando hay una crisis pulmonar traducida en tos que generalmente se da a la madrugada: ello sucede porque entre las 3 a.m. y 5 a.m. el sistema respiratorio continúa en desintoxicación. Los médicos recomiendan dormir siete horas para respetar estos procesos y evitar la irritabilidad, cefaleas, mala memoria y melancolía.
Estar despierto cuando el organismo quiere dormir, altera el metabolismo afectando también los procesos hormonales, lo cual incrementa el peso en algunas personas.
Entre las recomendaciones finales quiero destacar la importancia de no consumir alimentos en exceso, previo al momento de descanso así como evitar luz, ruido, ejercicios fuertes, computadores y video juegos. Desconectar en lo posible todo aquello que involucre ondas eléctricas en la habitación y alejar los relojes con sonidos fuertes.
De igual forma, establecer una rutina de sueño es posible si se duerme y levanta a la misma hora. Así mismo, calentar los pies ayuda a conciliar el sueño. Además, cerrar la mente a los problemas y divagaciones, no fumar, ni beber alcohol o café antes de dormir. Y justo antes de acostarse, tomar una infusión relajante.

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