¡El espacio público es nuestro!

Más allá de las decisiones exageradamente garantistas de la Corte Constitucional, frente a la problemática de la invasión abusiva del espacio público por parte de los vendedores ambulantes, las autoridades locales y la Policía deberían hacer cumplir las normas relacionadas con el espacio público de Ciudad Salitre Oriental.
 
¿Por qué, si la Resolución 58, del 26 de abril de 2011, determina como Zona Especial de Seguridad el territorio de Ciudad Salitre Oriental, esa norma parece letra muerta para el Alcalde Local y para la Policía de Teusaquillo? Es que los requerimientos, derechos de petición, quejas y reclamos elevados por ASOBEL, por la invasión de vendedores ambulantes, son cosa de vieja data y sin embargo, pese a recurrir a todas las instancias posibles, no se ha visto un programa real, periódico y eficaz de las autoridades para liberar nuestro espacio público.
 
Mientras los comerciantes informales se escudan en la generosidad de la Corte Constitucional, que decidió establecer, no un camino sino un viacrucis para retirarlos del espacio público; los ciudadanos tenemos que ver con impotencia, como ese espacio nos es arrebatado sin el menor pudor y ante la vista complaciente de las autoridades, las cuales, al parecer, no quieren verse involucradas en problemas jurídicos y papeleos interminables, por cuenta de las leguleyadas a las que recurren las mafias invasoras del espacio público.
 
Obviamente ASOBEL vio con buenos ojos la designación, por parte de la Alcaldía Local, de la abogada Diana Marcela Pedraza para que programe los operativos de restitución.  Pero más allá del nombramiento, no ha pasado nada y el comercio informal sigue tomándose nuestro territorio, por lo cual, es evidente que la medida es insuficiente.  También se recibió con entusiasmo el compromiso de la Policía de adoptar las medidas para la recuperación de nuestro espacio público… Pero hasta ahora, nada de nada.
 
Si a todo lo anterior, sumamos la actitud incívica de algunos residentes, que por facilismo, negligencia o ausencia de cultura ciudadana, deciden abastecerse en los puestos callejeros, el asunto queda como si la Asociación, por alguna extraña fobia, tuviera en la mira a los vendedores ambulantes y quisiera desterrarlos por puro capricho.
 
¿Dónde está la cultura ciudadana de esos compradores? ¡Reaccionemos! Así como tenemos residentes que se preocupan por la invasión, padecemos también la indiferencia cómplice de otros vecinos, que demandan los bienes y servicios provistos por el comercio informal. Es grave: muchos ambulantes argumentan que sus clientes viven en tal o cual edificio, o invitan a esperar unos minutos para ver a algunos de nuestros residentes, acercarse a escoger una de las bolsitas con almuerzo, expuestas al sol y al agua, en plena zona verde de nuestro espacio público.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Recuerda el incendio de Puente Aranda?

El Camino de la vida: Un sendero que debemos recorrer

Cancha de la Calle 22 B con Carrera 58 : ¿Usted asistió a la entrega oficial de los trabajos?