Vecinos abusivos: ¿Se hará justicia?

Cuando se habla de malos vecinos, comienzan a revolotear por nuestra mente, nombres y rostros de ingrato recuerdo: el “sordo” que utilizaba todo el volumen de su equipo, la pareja de padres que dejaba a sus hijos hacer lo que se les antojaba, o aquel sujeto tambaleante a quien el alcohol lo convertía en una fiera dispuesta a liarse a golpes con cualquiera.

 

Seguramente para muchos, el asunto no es cosa del pasado sino una realidad que padecen en el presente, sin que nadie pueda ponerle freno a semejante tormento.  Sin embargo, en Villavicencio surgió una luz de esperanza: un juez dictó una drástica medida contra una pareja de ciudadanos problemáticos que llevaron a la desesperación a sus vecinos, quienes no soportaron más la bulla, las borracheras y las agresiones. 

 

Los malvivientes fueron denunciados por sus vecinos por los delitos de amenazas, contaminación ambiental y perturbación psíquica y, por solicitud de un Fiscal, un juez determinó que los acusados deben presentarse en el juzgado cada vez que sean requeridos. La cosa no paró ahí y el juez les ordenó observar una “buena conducta individual, social y familiar”, pues de no hacerlo, serán enviados a la cárcel.

 

De igual forma, la Fiscalía determinó que las acciones de los malos vecinos afectaron la calidad de vida de los residentes, por el continuo irrespeto a la autoridad, la negligencia para acudir a las citaciones, las agresiones y las amenazas proferidas contra las víctimas. Incluso, uno de los vecinos tuvo que sacar a los hijos de la ciudad y otro decidió vender el vehículo de su propiedad, pues los bárbaros obstaculizaban constantemente la salida del parqueadero.

 

Ya era hora de que la justicia tomara en serio los problemas de convivencia que generan los malos vecinos.  Ciertamente esta es una luz de esperanza, y por qué no decirlo, un curso de acción que podemos tomar los ciudadanos desesperados con los vecinos abusivos quienes cometen toda suerte de atropellos y arman escándalos sin importarles la tranquilidad y el bienestar de los demás.

 

Como lo dijo el Fiscal del caso, si la gente quiere oír música a todo volumen y emborracharse hasta perder el sentido, hay sitios adecuados para tales actividades, como las discotecas o los sitios de diversión ubicados en distintas zonas de la ciudad.  Quedan notificados los abusivos que perturban la convivencia en los conjuntos residenciales: la justicia los tiene en la mira.