Separar en la fuente, el propósito ambiental de Ciudad Salitre Oriental en 2016

En una sociedad en la que cada día se consume una mayor cantidad de productos, incluso algunos que no son necesarios; el volumen de basura crece proporcionalmente a la reducción de espacio en los vertederos para los desechos de la ciudad.

Esta situación la vemos en Bogotá, pues el relleno sanitario Doña Juana ya no es suficiente para depositar todos los desperdicios que arrojamos.  Por esta razón, es de suma importancia la corresponsabilidad de cada ciudadano en cuanto a la disposición de los desechos, pues mucho de lo que aparentemente es desperdicio, resulta útil o reutilizable.

La separación en la fuente es, en otros términos, seleccionar lo que es reciclable de aquello que no lo es: en cada hogar, lo orgánico debe ir en una bolsa y lo reciclable en otra, de tal manera que se pueda aprovechar todo el material reutilizable. Con esta sencilla acción, se mejoran los hábitos ambientales y la calidad de vida de los ciudadanos. De paso, se ahorra dinero, pues ya existen las multas por no separar en la fuente.

Dentro de los productos reciclables encontramos: plástico (PET 1, PEAD 2, PVC 3, PEBD 4, PP 5 y PS 6, entre otros) cartón (plegadizo, corrugado y kraft), papel (revistas, archivos y periódicos), metal (aluminio, flexibles y hojalata) y vidrio (verde, transparente y ámbar).

Una vez se toma la decisión de reciclar en la fuente, y definido el tipo de recursos que se van a reciclar, se procede a organizar el lugar y los recipientes en los que se llevará a cabo la separación y se establece el destino final de los residuos.

Así las cosas, el propósito de ASOBEL será promover la capacitación en cada uno de los conjuntos asociados sobre la separación de residuos en la fuente, creando conciencia y generando un sistema sostenible en el tiempo.