ASOBEL, sin apoyo en la defensa del espacio público

Hace algunas semanas, mientras las unidades motorizadas de ASOBEL pasaban revista al sector de la Calle 22 B con Carrera 62, encontraron un puesto de comidas rápidas atendido por dos señoras. Ante la situación, los motorizados procedieron a informarles que en Ciudad Salitre Oriental no es permitido utilizar el espacio público para las ventas ambulantes.

 

Sin embargo, las personas del sector, que estaban comprando en ese momento, la emprendieron contra las unidades motorizadas de ASOBEL, defendiendo a las invasoras del espacio público.  Pese a los esfuerzos de los motorizados para explicar la inconveniencia del asentamiento de ventas informales en el sector, los compradores hicieron caso omiso.  Para rematar, al lugar seguían llegando más y más ciudadanos para comprar los costosos perros calientes, uniéndose de paso a los airados defensores de las invasoras. Ante la situación, los motorizados solicitaron respaldo de la Policía de Teusaquillo, cuyas unidades nunca hicieron presencia en el lugar. 

 

Más de los perros calientes

 

Unos días después, las unidades motorizadas de ASOBEL encontraron el puesto de comidas rápidas en la Calle 22 B con Carrera 58, en inmediaciones de Plaza del Sol.   Los motorizados abordaron a Johanna Pedraza, quien se presentó como la propietaria del puesto, y una vez más le informaron que no podía instalar su venta callejera en el espacio público de Ciudad Salitre Oriental.

 

Sin embargo, Pedraza manifestó que un Policía del cuadrante le había otorgado un permiso para establecerse en la zona.  Frente a la situación, la Policía acudió al lugar y los efectivos le informaron que ni los policías, ni los motorizados podían autorizar la ocupación del espacio público.  Ante los argumentos, Johanna Pedraza decidió retirarse del sector sin más dilación.

 

Es importante señalar que la invasión del espacio público, por parte de este puesto de comidas rápidas, fue denunciada también por los conjuntos Plazuela de Toscana, Almenares, El Refugio y San Sebastián de los Andes.  ¿Si los residentes y las autoridades no respaldan las acciones tendientes a hacer respetar la  Zona Especial de Seguridad, entonces quién podrá defender al sector de futuras invasiones?