Incendio de los tanques de Puente Aranda, ocurrido el 13 de diciembre de 1982. Foto archivo particular para ASOBEL. Eran las 10:30 de la noche del 13 de diciembre de 1982. De repente, Puente Aranda se convirtió en un verdadero infierno: el tanque de gasolina número 17, de cien mil barriles de capacidad, estaba en llamas y el fuego amenazaba con extenderse a toda la terminal de almacenamiento de combustibles de la Carrera 50 con Calle 18. Una hora más tarde, el incendio se propagó al tanque 15 y tocaba ya los costados del tanque 16, recién abastecido con kerosene. Después de la media noche, las llamas alcanzaron más de 100 metros de altitud. Durante cuatro días, más de 150 bomberos, decenas de ingenieros de seguridad, 200 hombres de la defensa civil y 200 carro tanques; aislaron la conflagración del resto del complejo. La acción heroica evitó una tragedia, pues de haber estallado los depósitos de gas cercanos al núcleo del incendio, muy poco habría quedado en cinco ki
Resulta alarmante el más reciente informe de la Policía Metropolitana de Bogotá. El documento señala que, durante el pasado mes de enero, casi la mitad de los homicidios ocurridos en la capital se originaron en riñas y estallidos de intolerancia, convirtiéndose en la principal causa de muertes violentas en la ciudad. Según la Policía, el consumo de licor, la ira al volante y hasta los piropos, terminan muchas veces en peleas, intolerancia y muerte. Sin embargo, uno de los factores que incita con mayor determinación a la violencia es el de los pleitos vecinales, ocasionados –entre otros factores- por el desespero de padecer a un vecino que no tiene reparo en utilizar su equipo de sonido a todo volumen. De igual forma, aquellas personas que no recogen los excrementos de sus mascotas en las calles o parques son detonantes de violencia. Muchas veces, esos irresponsables reciben los justos reclamos de sus vecinos como una afrenta que, literalmente, creen que debe resarcirse con san
En el canal San Francisco, justamente en Salitre Oriental, desemboca una corriente de agua de gran importancia para la ciudad. Se trata del canal El Ejido, un cuerpo de agua que pertenece a la cuenca del río Fucha y forma parte de un complejo sistema de colectores que inicia su recorrido subterráneo en la avenida Comuneros –Calle 6- hasta llegar a Puente Aranda. Posteriormente recorre la zona industrial hasta la Calle 22 A con Carrera 55, donde El Ejido se transforma en un canal abierto que conduce sus aguas desde la avenida Calle 22 A hasta su desembocadura en el canal San Francisco. Es evidente que el Ejido, en cuanto al mantenimiento, ha corrido mejor suerte que el canal San Francisco. Sin embargo, ASOBEL se convertirá en su doliente para evitar así el deterioro y el abandono que se registra en la mayoría de ríos y canales de la ciudad.
Comentarios
Publicar un comentario