El antes y el ahora (Primera parte)
Por Catalina Piñeros Muñoz.
En una época en la que todo lo damos por sentado, en que
el transporte y las comunicaciones son vertiginosas y en la que prácticamente
todo se hace con un clic, es bueno dar una mirada al pasado y compararlo con la
modernidad. Para esto, nada mejor que las narraciones de sus protagonistas:
nuestras personas mayores de Ciudad Salitre Oriental.
Paulina de Mojica
Cuando yo hice el bachillerato en una ciudad que queda
cerca de Cúcuta, yo tenía que escribirle a mi mamá y ella también me escribía.
Sin embargo, la carta se demoraba un mes en llegar y otro mes la respuesta,
tiempo en el que yo lloraba con frecuencia por la incomunicación. El transporte también era difícil, porque de
Bogotá a donde yo estaba era muy lejos y el viaje duraba diez y seis horas.
Hoy en día se pueden mandar correos electrónicos, se
utilizan los celulares, está el Whatsapp y el transporte también es mucho más
fácil, pues fíjese, uno solo se demora como dos horas en llegar a Cúcuta.
Nora Castro
Yo me hago una reflexión frente al tema de la tecnología:
¿quién me comprueba que Dios existe? En realidad eso no se puede comprobar,
pero hoy en día que hay tanta tecnología, uno se puede comunicar con todo el
mundo sin la necesidad de un cable, eso me ha llevado a pensar que con toda la
evolución, la parte espiritual se está manifestando, porque lo comprobable -sin
cables y sin nada- puede existir.
Elizabeth Jaramillo
El problema de la comunicación era grande: por ejemplo el
telegrama, en el que uno hacia una frase corta y resumida, porque cada palabra
tenía un costo, entonces uno trataba de decir lo que más se pudiera en pocas
palabras. Recuerdo que para hacer las llamadas a larga distancia, tenía que ir
hasta Telecom y esperar un tiempo a que se lograran comunicar o dejar un
mensaje para que la persona llegara a una hora determinada para poder hablar
con ella.
Eso ha avanzado mucho. Yo admiro los celulares y me llaman mucho la
atención el fax y los programas que hay ahora, pero también me parece terrible
como afecta en la comunicación de una persona con la familia: yo creo que va a
llegar la época en que los jóvenes no van a necesitar el cerebro porque tienen
todos esos aparatos y se lo dan todo masticadito.
Celina Rodríguez:
Una prima más grande que yo estudió telegrafía y a mí me
parecía eso tan increíble, porque era escuchar solo golpecitos y golpecitos y
saber qué decía. La otra forma era la del correo, que había una oficina postal
en la Caracas con 60 y era muy demorada la comunicación, especialmente al
exterior. En cuanto al transporte, uno se manejaba en una mula y se demoraba
demasiado tiempo llegando a un lugar.
Hay cosas que en la actualidad han desmejorado en la
comunicación y es en las familias, A causa de la tecnología se han separado las
familias y eso es lo único que veo malo, de resto me parece bien y estoy de
acuerdo con todo.
Urbana Díaz de Valdés
Yo soy de la costa pero tengo 55 años de estar viviendo
en Bogotá. Sin embargo, mi mamá y mis hermanos se quedaron allá y nos
comunicábamos por medio de cartas que demoraban un mes o de telegramas que eran
seis palabras con las que uno trataba de formar una frase, pues cobraban por
letra.
Es maravilloso el cambio que hemos tenido, ha mejorado
bastante la comunicación y la tecnología porque ahora tenemos celulares,
Whatsapp y una cantidad de cosas que hasta se puede hablar con el exterior y
ver a la persona al otro lado del mundo… Me parece que ha sido un avance muy
grande.
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