Reflexiones sobre una tragedia

Poco a poco la estructura de la torre 6 del conjunto Space, en Medellín, anunciaba -con crujidos e inclinaciones- un inminente derrumbe. Por fortuna, las alarmas y el instinto de conservación llevaron a los ocupantes a desalojar el edificio, evitando que se perdieran decenas de vidas.
 
Al ver la tragedia, y sus desenlaces, es inevitable pensar en las habilidades y destrezas de la gente para enfrentar una calamidad.  No nos referimos al estado físico para correr más rápido ni a la fuerza para cargar algunas pertenencias: hablamos de los conocimientos que debemos adquirir los ciudadanos para salir airosos de una situación tan dolorosa.
 
Es más: si se viera la situación desde un plano hipotético, surgirían de inmediato diversas preguntas que trasladamos a todos nuestros vecinos y amigos de Ciudad Salitre Oriental: ¿Y si al momento del derrumbe, la torre 6 de Space hubiese estado habitada, qué habrían hecho los residentes ante las alarmas que daba la estructura? ¿Estarían preparados para una evacuación segura y rápida? ¿Tendrían definido un punto de encuentro? ¿Sabrían cuántos eran y cuántas mascotas vivían en el lugar? ¿Tendrían un equipo mínimo para encarar un desastre?
 
Durante el pasado mes de octubre se realizaron varios simulacros de evacuación en Bogotá.  Se supone que estos ejercicios permiten que los ciudadanos adquieran los conocimientos que les permitan enfrentar una catástrofe y salvar sus vidas, pero, y este es un enorme pero, de nada sirven los esfuerzos de las autoridades y de los organismos de socorro, si la gente no asiste o es renuente a participar y aprender en las capacitaciones tendientes a estructurar una respuesta asertiva en caso de emergencia.
 
De hecho, ASOBEL ha venido trabajando intensamente en la capacitación de nuestros residentes en gestión de riesgo, que no es otra cosa que brindarles las herramientas que disminuyan los factores de peligro, interiorizando las acciones que se deben emprender en una catástrofe.  Por desgracia, vemos con preocupación la escasa asistencia de nuestra gente a las jornadas que realiza la Cruz Roja Colombiana, motivo que nos lleva a hacer un llamado a todos y cada uno de los ciudadanos del sector, para que participen y conozcan las tareas que se deben asumir en una situación de riesgo… Esto un asunto de vida: la suya, la de su familia y la de sus vecinos y amigos.

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