¿Qué tal si intentamos la conducción amigable?
No convirtamos nuestras vías en campos de batalla: que otro vehículo le cerró el paso… No se llene de ira, guarde la calma y no acelere para alcanzarlo e insultarlo.
Que el velocímetro no tiene más números, pues retire suavemente el pie del acelerador y reduzca la marcha hasta los límites permitidos. ¿Tiene afán? Vaya despacio, pues de repente, un peatón u otro conductor igual de apurados, pueden atravesarse sin remedio.
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