Quince años de sueños

Por Pedro Antonio Silva Moncada,  Presidente de ASOBEL.
 
Nos corresponde el honor de celebrar el aniversario número quince de la Asociación de Copropiedades y Entes Jurídicos Vecinos del Obelisco de Ciudad Salitre, ASOBEL, en un momento difícil pero inmejorable para la comunidad que comparte este privilegiado territorio.
 
Hace tres lustros, un grupo de visionarios, con un sentido superior de colaboración asociativa; decidió perseverar hasta constituir una Asociación que hoy se distingue en el ámbito distrital como una interlocutora propositiva y participativa.
 
Dichos líderes fundadores, en distintos momentos, han sido parte de la Junta y cuando no están, permanecen atentos para afianzar la fe en la visión, la fuerza de un tigre y la tenacidad de las hormigas. Estos visionarios han sabido perseverar e inspirarnos para continuar.
 
Por alguna razón no hemos logrado transmitir a todos los líderes de la zona, -de quienes necesitamos su activa participación en ASOBEL- el mensaje de que a una asociación no se ingresa cuando ya está consolidada sino precisamente para fortalecerla; que una asociación es una representatividad necesaria, requerida y benéfica y que una asociación representa el poder del pensamiento de muchos.
 
Sin embargo, ASOBEL sigue representando la manera como manejamos nuestros conflictos, al tiempo que es una excelente oportunidad para aprender y crecer. De hecho, el cooperativismo y el poder de la Asociación es, en muchas ocasiones, inconveniente para quienes desean tomar decisiones sin contradictores, para aquellos que intentan imponer sus deseos y para quienes quieren sacar ventaja, en provecho propio, de la debilidad que genera la desunión.
 
Gestionar conflictos y temas desde el interior de ASOBEL, es lo mismo que cuando un miembro de la familia tiene dificultades y todos los demás abandonan momentáneamente lo suyo para apoyar al pariente con dificultades, de tal manera que las supere, pues muchas veces, más que las opiniones y consejos, solo se necesita la convicción de sentirse acompañado, valorado y respetado; para salir de una situación difícil.

En el lado opuesto, gestionar conflictos desde afuera de ASOBEL es similar a cuando alguien de la familia atraviesa una crisis y se pretende ayudarlo solo con la crítica, a la distancia, sin afecto y desde el miedo que evidencia las propias limitaciones para asumir el reto de ayudar.
 
Colectivamente somos mucho más, en contraste con los pobres resultados que se obtienen individualmente, bien sea solicitando más gestión ante los entes de servicios, o reclamando más seguridad en nuestro sector o verificando que se conserven la planeación urbana y nuestros parques… Por eso, sin duda, unidos somos mucho más, obtenemos más y funcionamos mejor: esa es la visión colectiva que nuestros fundadores intuyeron hace quince años y por la que seguimos aferrados a este sueño.
 
Sabemos que esta ha sido y es la dirección correcta. Somos conscientes de que hay muchísimas cosas para mejorar en ASOBEL. Tenemos claro que hay un sinnúmero de conjuntos que siguen persiguiendo el mismo sueño de mejorar la Asociación desde adentro; pero igual sabemos que más que mejorar para que los socios restantes decidan apoyarnos, necesitamos abrir las puertas para que muchos más asociados sepan que, al ingresar a una Asociación a la cual pertenecen y les pertenece por derecho propio; lo hacen porque van  a convertirla en un símbolo de trabajo conjunto y no por las bolsas para sus mascotas, o por tener un guarda motorizado, o porque las calles están pavimentadas: soñamos con que nuestra gente tenga la convicción de que su presencia es necesaria para fortalecer una visión, una mejor Ciudad Salitre Oriental para sus hijos, una construcción de calidad de vida colectiva y una manera diferente de gestionar los conflictos.
 
Esta es una oportunidad para honrar a nuestros líderes visionarios, para agradecer el que ellos eligieran vivir en Ciudad Salitre Oriental y para decirles que no estaban equivocados, que lentamente nuestro entendimiento del poder de la Asociación se ha visto reflejado en las personas que en sus conjuntos están emprendiendo tareas titánicas y a veces ingratas, abogando para integrarse a ASOBEL y ayudando a construir solidaridad y fuerza grupal.


Hoy es un buen día para regocijarse de haber construido a ASOBEL, de pertenecer a ASOBEL o de estar entendiendo la necesidad de fortalecerla desde adentro… ¡Gracias a todos y cada uno de los residentes, quienes con sus aportes o críticas han contribuido para que este sueño de colectividad aun permanezca vigente!

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