Y tú: ¿le apuestas a la convivencia?

Tus derechos terminan donde empiezan los de los demás.  Esta es una frase muy conocida, trillada a rabiar, pero poco practicada por la ciudadanía.

Ejemplo de lo anterior es la conducta de algunos residentes que alquilaron el salón social del conjunto en el que habitan y, sin miramientos, decidieron extender el horario de la fiesta hasta las primeras horas de la mañana, con todo y riña a media noche.

De hecho, la administradora les informó que el salón solo podía ser utilizado hasta la una de la mañana.  Pero los “cívicos” arrendatarios pasaron de largo, al punto que la situación tuvo que ser asumida por las unidades motorizadas de ASOBEL y por la Policía de Teusaquillo, quienes lograron disuadir a los abusivos a eso de las 8 de la mañana.

Y siguiendo con la sana convivencia y con la solución pacífica de conflictos, parece que estas dos alternativas de tolerancia y sensatez no han llegado aún a los jóvenes de un conjunto de Ciudad Salitre Oriental. 

El pasado 28 de abril, a las 6:40 a.m., siete menores de edad pendencieros –de esos que todo lo quieren arreglar a puños y puntapiés- decidieron enfrentarse a golpes al interior de su conjunto.  La situación fue controlada con la intervención de los guardas de la urbanización, las unidades de ASOBEL y miembros del Tercer cuadrante de la Policía de Teusaquillo… ¡Qué cultura!