Piénselo: ¿cómo manipulan los alimentos en el espacio público?


Durante varios años, el sector privado de Ciudad Salitre Oriental –con el respaldo de ASOBEL- ha realizado un seguimiento a los empleados de diferentes empresas que han consumido alimentos adquiridos en las ventas informales instaladas en nuestro territorio.
 
Tal es el caso del proyecto Hotel Grand Hyatt, ubicado en la Carrera 57 con Calle 24, cuyos representantes notificaron a la Superintendencia de Industria y Comercio su preocupación por las condiciones sanitarias en cuanto al manejo y preparación de alimentos en las ventas ambulantes. Dicha preocupación, dice el reporte, tiene como causa el número de incapacidades de trabajadores con serios problemas gástricos.
 
De igual forma el informe señala que el personal de seguridad industrial, salud ocupacional y medio ambiente, SISOMA, «ha realizado un seguimiento por medio de la observación de los procesos que emplean estos vendedores ambulantes para preparar los alimentos que posteriormente consumen los trabajadores y se ha evidenciado que no tienen en cuenta ningún proceso sanitario ni de higiene para manipular los alimentos.»
 
Para ASOBEL resulta importante visibilizar el peligro de los alimentos callejeros para la salud de los consumidores, de tal forma que se aborde la problemática desde una perspectiva integral y no solo como una disputa de derechos por el uso y disfrute del espacio público.  Por todo lo anterior, la Asociación hace un recuento de los principales riesgos para la salud y el bienestar de la ciudadanía.
 
Unas pregunticas
 
¿Le gusta comprar esas pequeñas bolsas con maní que venden en la calle? Si su respuesta es afirmativa, va otra pregunta: ¿cómo cree que inflan la bolsita para introducir el maní? Si pensó mal, seguramente acertó: soplan hasta que se abre y luego la llenan.  ¿Y cuántas infecciones pueden viajar en la saliva de quien sopla?
 
Recientemente circuló un comunicado en el que se afirma que la proliferación de casos de tuberculosis y otras enfermedades de transmisión oral tiene como factor común el consumo de paquetes callejeros de plátano, papitas y maní, alimentos de producción casera que se introducen en bolsas, previo soplado a pulmón.  Por esta razón el producto queda contaminado pues muchos de los comerciantes informales pueden ser portadores de alguna enfermedad contagiosa y al soplar en la bolsa de una forma totalmente antihigiénica, contaminan el producto y ponen en riesgo la salud de los consumidores.
 
De hecho, son numerosas las patologías que tienen como causas principales la falta de higiene, los malos hábitos en la manipulación y la defectuosa tecnología en la preparación de alimentos.  Es más: la falta de higiene llega a tal punto que, según los expertos, quienes manipulan dichos alimentos deben lavarse constantemente las manos y lo cierto es que los vendedores informales tampoco ejecutan esta mínima medida de higiene.
 
Es que la correcta manipulación de alimentos es compleja y requiere entrenamiento y tecnología. Un ejemplo claro es el de las carnes contaminadas con salmonella, las cuales no presentan un aspecto externo especial, por lo cual no se puede comprobar su presencia por una simple inspección ocular. Según la OMS, la salmonelosis se combate mediante la puesta en práctica de cinco acciones básicas: mantener la limpieza, separar los alimentos crudos de los procesados, verificar la cocción completa del producto, conservar los alimentos a temperaturas seguras y usar agua y materias primas de primera calidad. ¿Será que en los puestos callejeros de comidas se cumplen estos mínimos de higiene, seguridad y salud?
 
Tipos de peligros
 
Debido a una manipulación incorrecta de los alimentos se pueden originar tres tipos de riesgos: físicos, químicos y biológicos.
 
Los peligros físicos son aquellos provocados por la presencia de cualquier material o elemento extraño, que en condiciones normales no se encuentra en los alimentos, el cual puede provocar enfermedades o daño al consumidor, tales como trozos de cristal, huesos, etc.
 
En cuanto a los peligros químicos, estos se producen por la presencia de sustancias químicas o tóxicas en los alimentos como productos de limpieza, medicamentos, etc.
 
Los peligros biológicos se dan debido a la presencia de microorganismos que ocasionan enfermedades alimentarias. De igual forma, los insectos y roedores pueden ser causa de riesgo biológico, debido a su presencia en los alimentos y los vectores que transportan.
 
Dentro de las enfermedades transmitidas por alimentos se destacan la salmonelosis, la listeriosis –presente en la leche no pasteurizada, en los productos de mar y en las carnes-. Este microbio resiste el calor y las bajas temperaturas. Otra bacteria es la estafilococia, que está presente en la piel de los seres humanos y de los animales, así como en la nariz, boca y garganta.
 
No se puede olvidar el E.coli, principal causante de enfermedades alimentarias. Esta bacteria se encuentra en condiciones normales en el intestino de las personas y llega a los alimentos por agua contaminada o por una higiene insuficiente en la manipulación de los alimentos.
 
Así que antes de consumir alimentos “caseros” en la calle, piénselo bien y recuerde la importancia de la salud y de la vida.

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