Secretaría de Movilidad responde cuestionamientos sobre reductores de velocidad

Ante la inconformidad de los residentes de San Sebastián de los Andes, por la instalación de reductores de velocidad en la Carrera 60 con Calle 22B, ASOBEL envió un listado de cuestionamientos a la Secretaría de Movilidad. En días pasados, Ricardo Moreno García, Director de Control y vigilancia de la entidad, respondió de manera clara y amable, los interrogantes planteados por la Asociación.

 

ASOBEL: ¿Cuáles fueron los criterios para la instalación de los reductores?

Básicamente la Secretaría de Movilidad identificó varios puntos de accidentalidad en la ciudad, entre los cuales se encontraba la intersección de la avenida Carrera 60 con Calle 22 B.  Ante esta situación, se realizó un diseño que mejore la seguridad vial en el sector, dados los antecedentes de accidentalidad en el área de influencia.

 

ASOBEL: ¿Por qué se optó por la instalación de las bandas de agregado?

Las acciones que emprende la Secretaría de Movilidad buscan proteger -de forma adecuada- la integridad de los usuarios, en aquellos puntos en donde se generan conflictos de movilidad. En este sentido, los reductores de velocidad son una medida operacional para eliminar conflictos de tránsito, siendo elementos que obligan a los conductores a reducir la velocidad de circulación en zonas donde se requiere transitar con velocidad controlada.

 

ASOBEL: ¿Los reductores instalados afectan las estructuras vecinas?

Con respecto a los perjuicios sobre las edificaciones cercanas que puede generar el paso de los automotores sobre los reductores de velocidad (tipo bandas sonoras), la Secretaría tuvo en cuenta que la estructura más cercana a la vía se encuentra a 18 metros, distancia que se considera suficiente para que los edificios cercanos no se vean afectados.

 

ASOBEL: ¿Se levantaron actas de vecindad para la instalación de los reductores?
Al considerar la distancia entre las bandas y las edificaciones más cercanas, no hay afectación sobre las viviendas colindantes, por lo cual no era necesario hacer actas de socialización para la instalación de los reductores de velocidad.