Hacia una sana alimentación

Por Mery Constanza Pérez, Licenciada en Educación Física y profesora de Natación.
 
Que la alimentación sea tu medicina. Cada día crece el número de personas que debido a sus horarios de trabajo o estudio, cenan a altas horas de la noche o improvisan comidas sin diferenciar lo sano de lo dañino.
 
Por ejemplo, la ingesta de azúcar en jugos artificiales, altera el funcionamiento de órganos como el páncreas, el hígado o la vesícula. Ante este panorama los nutricionistas advierten sobre distintos problemas de salud, por lo cual es importante volver a la comida de nuestros antepasados, los frutos del árbol a la boca e incrementar el consumo de verduras crudas o cocinadas al vapor para conservar sus nutrientes.
 
Algunas personas saltan el desayuno, siendo la ingesta más importante pues brinda la energía necesaria para comenzar las actividades diarias. Considerando que el ritmo biológico entre las 5 y 7 de la mañana quiere expulsar los desechos que deben salir de nuestro cuerpo, es esta la hora indicada para consumir fruta con el estómago vacío, porque buena parte de ella pasa directamente al intestino donde libera sus nutrientes y se adquiere la energía natural.
 
Hacia el mediodía la producción de enzimas digestivas y bilis llega a su punto máximo, favoreciendo la digestión de proteínas animales como carnes y grasas. A las 6 p.m. la producción de estas enzimas disminuye, por lo cual, estos alimentos no se digieren correctamente y se convierten en residuos tóxicos que se almacenan en el intestino grueso, originando el estreñimiento, el famoso colon irritable o cánceres de estómago e intestinales.
 
Recomendaciones para obtener una sana alimentación
 
Comience el día con un vaso de agua tibia con el jugo de un limón, para depurar la sangre (abstenerse en caso de sufrir de gastritis). Además, evite las grasas, excepto la del aguacate, y remplácelas por algunos frutos secos benéficos para el sistema nervioso central como nueces y maní sin sal.
 
De igual forma, procure no consumir jugos encima de alimentos sólidos porque ocasionan fermentación: hágalo 15 minutos después de terminar la ingesta de alimentos. Trate de comer o cenar dos horas antes de acostarse y recuerde mantenerse de pie o sentado, pues esto permite que la gravedad colabore en la ida del bolo alimenticio al intestino.

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