¿Por qué fracasa Colombia? Una visión distinta de la historia nacional
Por Jaime Restrepo Vásquez
Enrique Serrano publicó hace pocos meses un libro
titulado ¿Por qué fracasa Colombia?, un escrito que desmitifica algunos
aspectos sustantivos de la historia de nuestra nación, en especial de la
acontecida antes de la Independencia.
El autor ha confesado que el título lo escogió la
editorial. Y al leer se constata tal afirmación, pues no tiene nada que ver con
un presunto fracaso de nuestra nación, ni enumera algún motivo que lleve a
sospechar de una colombianidad
fallida. Por el contrario: es un libro
optimista, que muestra los resultados de horas y horas de lectura y análisis de
la historia de Colombia, en especial de esas raíces que se desconocen o de las
que falsamente se presume.
¿Ha oído a alguien ufanarse de la nobleza de sus
apellidos llenos de sabor Mediterráneo? Puede que no lo haga de mala fe,
incluso es posible que lleve en sus venas toda la genética española, pero lo
más probable es que esos apellidos que llenan a esa persona de orgullo, hayan
sido comprados en España, en Andalucía o en Extremadura concretamente; por
aquellos antepasados que decidieron huir a estas tierras y refugiarse, de
manera supuestamente temporal, de la persecución político religiosa que se dio
en España, justo después del descubrimiento.
Muchas veces, al tratar de explicar la violencia y los
excesos que vivimos, se recurre al prontuario de los ancestros provenientes del
Viejo continente, señalando que eran pillos, bandidos o delincuentes de diversa
laya. Sin embargo, Serrano rompe este mito e indica que esos ancestros eran
perseguidos especialmente por sus creencias religiosas, pues profesaban o
descendían de musulmanes o judíos y eran señalados como portadores de “sangre
sucia” en oposición a los cristianos de varias generaciones, a los que se
denominaba como baluartes de la “sangre limpia”, lo que además, dice el autor,
era una obsesión por aquellos tiempos en España.
Otra idea que pone Serrano en entredicho es la importancia
de la tierra en Colombia, pues afirma, basado en diversos documentos e
investigaciones, que tanto los inmigrantes españoles como los nativos, tenían
una naturaleza nómada o seminómada. Además,
los provenientes de Europa buscaban vivir lo más lejos posible de las
autoridades españolas y no llamar su atención, por lo cual, ante algún problema
vecinal, o una esporádica disputa territorial; preferían empacar sus
pertenencias y emprender nuevos rumbos.
Si se anima a leer esta obra retadora, es necesario
abordarla sin prevenciones, con la mente abierta y la curiosidad palpitante,
pues de repente encontrará respuestas para muchas de las dudas que surgen en
torno a los “delirios de una nación que se desconoce a sí misma”.
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