María Elena Gutiérrez Montes, una verdadera amiga de la comunidad

Por Catalina Piñeros Muñoz.
 
El diccionario de la RAE define amistad como el “afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. Al leer esta definición, es inevitable pensar en la generosidad y entrega de María Elena Gutiérrez Montes a toda la comunidad de Ciudad Salitre Oriental.
 
El pasado 18 de agosto, María Elena recibió el Reconocimiento a personas mayores cuidadoras de la Localidad, distinguiéndola como una ciudadana que, “con sus acciones, brinda atención, defiende, promueve, conserva, preserva, asiste, acompaña y contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, garantizando la atención para el bienestar individual y colectivo en una sociedad incluyente”.
 
Así mismo, el Reconocimiento destaca el aporte de María Elena, mediante su experiencia y trabajo, al fortalecimiento de la Política pública social para el envejecimiento y la vejez en Bogotá.  ASOBEL destaca este merecido Reconocimiento a María Elena, quien es el testimonio vivo de lo que significa una amistad que trasciende lo individual.
 
109 EN ACCIÓN: ¿Para usted qué significa el Reconocimiento que le otorga la administración distrital?
María Elena Gutiérrez M.: Es una oportunidad para demostrar a las personas que siempre han sido mi apoyo, ASOBEL, la parroquia, la empresa privada y a mis compañeras; la importancia de ser persistentes y lograr nuestros objetivos. Incluso es una oportunidad para avanzar en la creación de un centro para las personas de la tercera edad… Ese es mi objetivo desde hace 15 años.
 
109: ¿Cómo define la palabra amistad?
MEGM: Esta palabra encierra muchas cosas. El primer mandamiento es amar a Dios sobre todas las cosas; Dios es mi guía, Él me da todo el amor y los valores para después trabajar en mi misma y así puedo proyectar a los demás; si yo trabajo en mí, puedo dar buen ejemplo, brindar las palabras oportunas en determinado momento y otorgar la motivación hacia los demás. El que no vive para servir, no sirve para vivir… Esta frase es la que me motiva siempre.
 
109: ¿Su trabajo comunitario se podría identificar como una manifestación de máxima amistad?
MEGM: ¡Claro! Está fundamentado en el amor, en el respeto, en el servicio a mi comunidad y eso está formado en toda mi vida, eso se lo agradezco a mi mamá, pues mi educación fue con religiosas y ellas me infundieron amor, respeto cariño y ternura. Las monjitas fueron increíbles… Dios me ha dado la oportunidad de trabajar al servicio de personas más necesitadas: cuando salí pensionada no sabía qué hacer, pero gracias a ASOBEL que me ha formado, dándome la oportunidad de asistir a seminarios, talleres, reuniones y conversatorios, he podido ayudar a mi comunidad.
 

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