El proceso de cambio de la administración distrital

Por Sandra Milena Muñoz Arévalo, Gerente de ASOBEL

 

Cada cuatro años, se presenta en la ciudad un proceso particular y cíclico, ocasionado por la llegada de una nueva administración distrital. 

 

En este periodo, los procesos se hacen más lentos debido al cambio de gestores, referentes y contratistas.  Esta situación impacta la gestión de la comunidad organizada, pues en el mejor de los casos, se presenta una pausa en las gestiones; aunque en un alto porcentaje, es necesario volver a iniciar los procesos de acuerdo con las perspectivas y directrices del nuevo gobierno central de la ciudad.

 

A lo anterior se suma que el primer año del nuevo gobierno es en realidad el último año de ejecución presupuestal de la anterior administración, tanto en lo local como en lo distrital; lo que repercute en el desarrollo de diversas actividades que buscan el beneficio de la comunidad.

 

ASOBEL no es ajena a esta situación.  De hecho, las gestiones que realiza la Asociación en todos sus campos misionales, continúan con la misma energía y entrega, aun sabiendo que en este año de empalme, se producen cambios de funcionarios y contratistas, lo que ocasiona, en diversas ocasiones, la pérdida de continuidad en los procesos que se han venido construyendo con las administraciones distrital y local.

 

Por desgracia, esta es una realidad que tenemos que enfrentar en ASOBEL. Y lo hacemos desde la perspectiva propositiva, impulsando la participación en la construcción del Plan de Desarrollo Local que se elabora a partir de los insumos y herramientas que se obtuvieron en los encuentros ciudadanos.  De ahí nuestra insistencia, hace algunos meses, en torno a la necesidad de participar en los encuentros, pues los planteamientos y decisiones tomadas en dichos escenarios, son la materia prima para afianzar el trabajo mancomunado entre las autoridades de la ciudad y de Teusaquillo, y la comunidad organizada de Ciudad Salitre Oriental.

 

De hecho, el trabajo que se realiza este año es comparable con la siembra, pues es la base de la gestión que se adelantará durante los siguientes cuatro años. Además, se convierte en una brújula que indica los resultados que se pueden esperar durante este periodo, tanto de la administración distrital como de la local.