Cultura por la convivencia

Eran más de las 10 de la noche. De repente, el descanso de los residentes de Parque Barcelona fue interrumpido por un perro que no dejaba de ladrar. 
 
Ante la situación, la guarda del conjunto solicitó el apoyo de las unidades motorizadas de ASOBEL, quienes hicieron presencia en la Carrera 59, junto al canal San Francisco.  Allí se encontraba un residente de Parque de Cádiz con su mascota, la que no paraba de ladrarle a un gato trepado en un árbol.
 
En el lugar, los motorizados hablaron con el ciudadano, quien de inmediato le puso el collar a su perro y lo llevó al sitio en el que estaba departiendo con dos amigos.  Así, el perro dejó de ladrar, los residentes pudieron dormir y no se generó ningún conflicto. 
 
Este es un ejemplo de cultura ciudadana para la convivencia, pues nadie está exento de cometer errores o de distraerse en algún momento y por tales razones, reconocer las faltas y enmendarlas es muestra de cultura y respeto.

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