“Ya deje de quejarse”

Con mucha frecuencia, oímos en medio de una barahúnda, el reclamo airado y contundente que invita a abandonar la quejumbre, esa costumbre atávica y cotidiana de quejarse por todo y de todo.
 
En el fondo, sabemos que la quejumbre es un aspecto de la naturaleza humana que responde al acto primitivo de señalar a otro como culpable de lo que uno mismo hizo o dejó de hacer.
 
Esa quejumbre es, en esencia, una mentira escondida detrás de la justificación y del reclamo, matizada con la imposibilidad de reconocer los propios errores, ya sean por acción u omisión. 
 
Ciertamente en ASOBEL sabemos que parte de nuestro compromiso se relaciona con ser depositarios de las inquietudes, sugerencias y peticiones de la ciudadanía de Salitre Oriental, misión que nos satisface cumplir día a día.  Sin embargo, no dejan de llamar la atención, aquellos quejumbrosos que además de la obvia ausencia de propuestas, se convierten en obstáculos para la obtención de las metas propuestas.
 
Es más: cuando se alza la voz de un quejumbroso, resulta evidente que esa persona no ha pensado en soluciones para su queja, ni mucho menos ha dedicado un tiempo a reflexionar sobre su participación en la solución del problema, al que solo le da vueltas y vueltas para indignarse y llenarse de motivos para quejarse. ¿Cuál es el aporte? Ninguno, en realidad.
 
Resulta fácil eludir el compromiso que tenemos como ciudadanos y como asociados de ASOBEL… Es más sencillo detenerse en el problema, quejarse sin parar y esperar a que otros resuelvan el inconveniente sin nuestra participación.
 
Sin embargo, tal conducta es contraria al propósito de la Asociación, que busca aglutinar las voces de Ciudad Salitre Oriental, recibiendo el apoyo alejado de la quejumbre y focalizado en propuestas que permitan superar las dificultades que surgen y surgirán en el camino.
 
Por todo lo anterior, en ASOBEL insistimos en el concepto de la corresponsabilidad, que lleva implícita la participación activa de todos nuestros asociados, quienes con sus ideas, propuestas y críticas constructivas –que son válidas y necesarias- aportan de manera decisiva al crecimiento de la Asociación y al fortalecimiento de la calidad de vida de toda nuestra gente.
 
Arthur Ward dijo: "El pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas"… Queremos muchos realistas alrededor de ASOBEL y de sus gestiones en favor de la ciudadanía residente y de su patrimonio, pues los intentos aislados de convertir a la Asociación en el chivo expiatorio, para esconder las debilidades institucionales de la Administración Distrital o de algún conjunto, perjudica a más de 30 mil residentes de Ciudad Salitre Oriental.

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