El ciudadano, primera línea de defensa contra la inseguridad

En ASOBEL venimos trabajando con ahínco para contrarrestar los brotes de inseguridad que se registran en el sector.  De hecho, cada día se suman más voces que evidencian la impotencia que siente nuestra gente frente a los hechos delictivos.
 
Esta alarma ciudadana no es gratuita: de hecho Ciudad Salitre Oriental no es ajena a la problemática de seguridad que padece Bogotá.  En este sentido, según el último informe de la Cámara de Comercio, 31 de cada 100 bogotanos fueron víctimas directas de la delincuencia y 26 de cada 100 ciudadanos encuestados fueron presa del hurto a personas. Como si fuera poco, el informe señala que durante el segundo semestre de 2012, el robo de celulares subió del 37 al 50 %.
 
Ante estas cifras, muchos ciudadanos se preguntan ¿qué podemos hacer? La encuesta de la Cámara de Comercio de Bogotá presenta algunos datos que resultan esclarecedores: solo el 21 % de los ciudadanos que han sido presa de los delincuentes, denunció el delito ante la Policía Nacional.  Esta es una cifra aterradora, pues significa que 8 de cada 10 víctimas no informan del ilícito a las autoridades.
 
De hecho, algunos ciudadanos señalan que aunque denuncien, no van a recuperar el celular o los objetos robados.  Sin embargo, la denuncia no solo sirve para tener la esperanza de recuperar los bienes, sino que –y esto es lo más importante- se convierte en un instrumento de gran importancia para detectar los puntos críticos y delinear estrategias que permitan combatir con éxito a los delincuentes.
 
Otro dato significativo es que, según los resultados de la encuesta, las calles siguen siendo el principal escenario de los hechos de inseguridad.  Llama la atención que, a pesar de sonar a disco rayado, los ciudadanos siguen cayendo en la trampa de las calles, dejando de lado su propia autoprotección. 
 
Esta situación es particularmente evidente en Ciudad Salitre Oriental, sector en el que los vehículos son dejados, a merced de los delincuentes, en calles y bahías de parqueo. Además, es frecuente ver a muchos ciudadanos, en plena calle, hablar desprevenidamente por sus teléfonos celulares de alta gama. Otros se niegan a recurrir a la Policía Nacional para que los acompañe cuando retiran altas sumas de dinero en efectivo.
 
Por todo lo anterior, los ciudadanos tenemos una gran responsabilidad personal y familiar: la autoprotección, esa que comienza con las medidas mínimas de seguridad que se deben adoptar al retirar dinero o al transitar por las calles de la ciudad.  La autoprotección es cuestión de sensatez, pues lo cierto es que, en materia de seguridad, somos nuestra primera línea de defensa…

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