Una prioridad: la seguridad de Ciudad Salitre Oriental
Esta edición de 109 en acción, el periódico de ASOBEL, es
un especial sobre la seguridad en Ciudad Salitre Oriental, pues es la mayor
preocupación de los residentes y visitantes del sector.
Es que la inseguridad ya no se trata solamente de los
delitos que ocurren en nuestro territorio, y en toda la ciudad en general, sino
que ahora incluye la sevicia con la que actúan los antisociales. De hecho,
según los reportes noticiosos, se evidencia un escalamiento de la violencia de
los malhechores, a la hora de cometer sus fechorías.
Esta situación se explica en la conducta delincuencial
propiamente dicha, ya que, en la mayoría de casos, el criminal no actúa por
necesidad sino por la excitación que le generan el riesgo y la adrenalina a la
hora de violentar a un ciudadano. Como
la percepción general es que la ciudadanía está cada vez más vulnerable, y que
los únicos que portan armas son los criminales, esto ha generado una situación
de confort en el antisocial, quien busca obtener una mayor gratificación
emocional, imponiendo su poder sobre la víctima, no solo despojándola de sus
pertenencias, sino agrediéndola.
Básicamente, según los expertos, es la misma situación de
un acceso carnal violento: no se trata de satisfacción sexual, sino de someter
a la víctima al poder del victimario, recurriendo a toda la agresividad posible
para cumplir con su cometido.
En ASOBEL estamos en alerta, trabajando intensamente con
todas las fuerzas vivas del sector y con las autoridades, para recuperar la
seguridad y la tranquilidad en Ciudad Salitre Oriental. No obstante, todavía se
evidencian algunos vacíos en cuanto a la solidaridad. Un ejemplo claro es la
Gobernación de Cundinamarca, que apaga sus luces perimetrales después de las
seis de la tarde, lo que deja sumergido al sector en una oscuridad que se
convierte en cómplice de los delincuentes.
Es cierto que es necesario ahorrar energía, pero no a costa de la
seguridad e integridad de los ciudadanos.
Otro hecho que deja al descubierto la falta de
solidaridad se da en el edificio de la Fiscalía. Hace algunas semanas, una de las unidades motorizadas
de ASOBEL estaba en plena persecución y solicitó el apoyo del equipo de
seguridad de la entidad, sin recibir ningún tipo de ayuda. Esto a pesar de que los delincuentes estaban
armados y que nuestra unidad se encontraba sin respaldo.
Sin solidaridad no hay posibilidades reales de mejorar la
seguridad del sector. ASOBEL sigue
trabajando para motivar la participación de todas las entidades que hacen
presencia en el sector, en la corresponsabilidad necesaria para fortalecer la
seguridad en nuestro territorio.
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