El usufructo de la desgracia

El pasado sábado 8 de abril, en horas de la tarde, residentes de diferentes conjuntos se comunicaron con ASOBEL para manifestar su inconformidad por un perifoneo que se estaba realizando en el sector, acompañado de un grupo de personas que entregaban volantes en las diferentes copropiedades.  El objetivo, según decía el documento, era invitar a una actividad para recoger ayudas para Mocoa.
 
En el perifoneo se aseguraba que la actividad estaba avalada por la Alcaldía de Teusaquillo y que se llevaría a cabo el domingo 9 de abril en la cancha de la Calle 22 B con Carrera 58. Las unidades motorizadas de ASOBEL contactaron a la persona que realizaba el perifoneo y le indicaron que tal actividad estaba prohibida por disposición de la Secretaría Distrital de Ambiente y por el Código de Policía. Adicionalmente, los motorizados indagaron sobre la actividad que se llevaría a cabo al día siguiente, ya que en el sector no se tenía conocimiento de un permiso para tal actividad. Pese a los requerimientos, no hubo respuesta alguna.
 
Así, el domingo 9 de abril efectivamente llegó un grupo de personas identificadas con el logo de la fundación Un solo corazón.  La comunidad, al ver que estaban instalando varias carpas, contactaron a ASOBEL para manifestar su inconformidad y su preocupación en cuanto al verdadero motivo de la actividad. Adicionalmente, numerosos residentes de Plaza del Sol expresaron su malestar, pues la Fundación utilizó, como supuesto respaldo, el nombre del conjunto en los volantes de invitación.
 
Ante las numerosas llamadas y la insistencia de los vecinos de la cancha, la Gerente de ASOBEL acudió al lugar y allí se presentó la señora Sandra Patricia Pacalagua, vocera de la Fundación en el sitio, quien indicó que se encontraba hablando por teléfono con una edilesa de Teusaquillo. Posteriormente, la señora Pacalagua señaló que el mensaje de la cabildante local era que más allá de que ASOBEL estuviera enterada o no de la actividad, e incluso apartándose de que la comunidad se encontrara de acuerdo o no, el evento se realizaría porque la Alcaldía les había facilitado las carpas.  De nada valieron los argumentos de la Gerente de la Asociación, ni sus solicitudes.  Incluso, varias personas de la comunidad salieron a manifestar su inconformidad, pero eso tampoco importó.
 
En la siguiente comunicación telefónica de la señora Pacalagua, nos informó que la cabildante local se acababa de comunicar con la Alcaldesa encargada y con el nuevo Comandante de la Estación, y según la señora Pacalagua, la Alcaldesa le dijo a la edilesa de Teusaquillo que ASOBEL no podía pasar por encima de la Alcaldía y que el evento tenía que llevarse a cabo. Con respecto al nuevo Comandante de Estación, Pacalagua indicó que ya había dado instrucciones y que el Cuadrante las comunicaría. 
 
Ante la situación, y por solicitud de ASOBEL, el Cuadrante hizo presencia en el lugar. Sin embargo, los uniformados indicaron que desde el Comando les dieron la orden de permitir que se hiciera el evento y que ni los motorizados ni la Asociación podían solicitar el permiso otorgado por la Alcaldía, toda vez que la actividad era un evento benéfico y que por tal razón, no requería permiso alguno.
 
Viendo semejante tropelía, La Gerente de ASOBEL solicitó a la señora Pacalagua que la comunicara con la edilesa de Teusaquillo, pues según ella, la edilesa hace parte de la Fundación y respalda los eventos que se vienen realizando en toda la Localidad.  Sin embargo, según la señora Pacalagua, la cabildante local no tenía nada que hablar con ASOBEL ya que, como edilesa de Teusaquillo, tenía la autonomía de realizar el evento avalado por la Alcaldía y por la Policía.
 
Así las cosas, la Gerente de ASOBEL procedió a comunicarse directamente con la edilesa que según la señora Pacalagua estaba detrás de la actividad, pero no recibió respuesta. Por tal motivo, le dejó un mensaje en el buzón, solicitando conversar con ella y hasta el momento de salir la presente edición, no se ha recibido respuesta alguna.
 
Finalmente el evento se realizó por encima de las manifestaciones de la comunidad y con el beneplácito de las autoridades locales. 

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