¿Cómo protegerse y prevenir el delito?
Por Daniel
Caballero Díaz
A
continuación encontrará algunas sugerencias para mejorar sus prevenciones
frente al delito; las cuales se publicarán en entregas sucesivas.
¿Cómo protegerse al llegar a casa?
Observe a
su alrededor. Trate de descubrir personas con comportamientos sospechosos. Llegue antes de que oscurezca o en horarios
en los que hay movimiento en la calle. Avise antes de llegar a alguien para que
este pendiente, lo espere y lo acompañe o que supervise su entrada, puede ser el
guarda de la portería del conjunto.
Si nota
algo extraño o que lo siguen, no entre: siga de largo y advierta por celular a
un conocido o llame a la Policía del cuadrante o a los motorizados de ASOBEL o
a la vigilancia de su conjunto. Tenga siempre los números de contacto en su
celular.
En su
vehículo, siempre debe circular con los seguros de las puertas activados y los
vidrios cerrados o abiertos no más de 5 cm. Así mismo, debe mantener suficiente
distancia del vehículo que va adelante y del que va atrás, para poder realizar
una maniobra de evasión ante un posible encierro.
Ante un
asaltante armado, este tranquilo: debe colaborar, no reaccionar y hacer lo que
piden: salir del auto, dejarlo en marcha, correrse rápido de la puerta para no
obstaculizarla y no activar la alarma o cortar la energía. Espere quieto a que
se vayan. Luego dé aviso a las autoridades o solicite la colaboración de las
unidades motorizadas de ASOBEL, quienes lo orientarán en los pasos a seguir.
Uno de los
principios importantes de la seguridad individual, es no volverse previsible en
los movimientos cotidianos. Debe tenerse presente que los delincuentes, por lo
general, realizan tareas de inteligencia en el barrio en el que pretenden
cometer sus delitos, de manera tal que los movimientos o desplazamientos reiterativos
de las personas, los potencializan como víctimas de delitos. Variando
recorridos y horarios de viaje es posible cortar las rutinas y desorientar al
delincuente que pudiera estar al acecho en el barrio.
Recuerde,
lo importante no es proteger una posesión material, sino su integridad física y
su vida. Hasta la próxima y cuídese… ¡No de papaya!
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